Calentando motores

El Carrito Rojo nació de la curiosidad y de la pasión que siento por la literatura infantil, la lectura, la infancia, las bibliotecas, las artes plásticas, los libros ilustrados…

Hace ya algunos años redescubrí mi gusto por la literatura infantil y juvenil (LIJ); bueno, si he de ser honesta, más que gusto lo que siento es un amor profundo por la LIJ, un amor que empecé a cultivar cuando era pequeña y leía sin parar libros como La caseta mágica, La gran Gilly Hopkins, Cuando Hitler robó el conejo rosa, Harry Potter y claro, varias novelas de Roald Dahl. En ese entonces también se fraguó una pasión que me llevaría muy lejos, hasta una ciudad lejos de mi familia, para estudiar literatura.

Sin embargo, en la carrera no había ninguna materia relacionada con la LIJ (si bien, en una clase, mis compañeros y yo leímos, por ejemplo, El guardián entre el centeno, una novela que muchos califican como “juvenil”), y cuando me gradué, decidí explorar ese mundo por mis propios medios. Desde entonces, he leído todo lo que he podido de y sobre LIJ, he tomado algunos cursos que me han ampliado la mirada y he conocido a muchos especialistas en este tema de quienes he aprendido bastante. Y ahora, decidí abrir el blog El Carrito Rojo. Este nombre está inspirado en el carrito rojo que Matilda, la protagonista de la novela de Roald Dahl, usa para llevarse libros prestados de la biblioteca. Ahora, en mi camino por el mundo de la literatura infantil, la infancia y los libros ilustrados, yo también llevo un carrito rojo para poner allí mis descubrimientos y reflexiones, llevarlos conmigo y compartirlos con quien quiera leerme.

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